FOTOS: NACHO ROJAS STYLING: NATALIA SCHWARZENBERG Y SOFIA PINTO HAIR & MAKEUP: RAÚL FLORES REDACCIÓN: ARIEL RICHARDS AGRADECIMIENTOS: ESTUDIO FE
Con Jero nos conocimos hace 15 años y al principio nos llevamos pésimo: lo encontré insoportable. Pero él también me encontró insoportable a mí, así que rápidamente nos hicimos inseparables. Hablamos todos los días y estamos juntos en las buenas y en las malas. Independiente del lugar en el mundo en el que estemos, lo primero que hago en la mañana es despertarme y decirle “hola” o retarlo por si él se ha despertado antes y no me ha saludado. No soy celoso con mi marido, pero soy súper celoso con mis amigos. Ellos saben que me tienen que amar más a mí. Ahora Jero figura comprando calcetines en el centro de Praga mientras su pololo está en reunión y yo me vine al living a hablar con él porque Felipe está durmiendo y odia que lo despierte temprano.
JERO: ¿Qué es lo mejor y lo peor de estar casado?
JUAN: Lo mejor de estar casado es que le puedo decir a Felipe que él firmó un papel donde entregaba su libertad, así que se tiene que quedar conmigo para siempre. La verdad es que siento que está todo mejor desde que nos casamos.
JERO: ¿Qué soñaste anoche?
JUAN: Mira, anoche dormí bien porque estoy usando esta máscara para respirar que me hace despertar mejor. Mi sueño más recurrente es volver a visitar la casa de mi papá en Vitacura. Revivo los recuerdos, puedo ver el pasamanos de una escalera como si fuera hoy. En mis sueños mi papá está siempre ahí. Ahora esa casa está convertida en edificios y hay veces en que me despierto angustiado de no poder volver vivir ahí. Anoche soñé con otra casa: la de una amiga. Ahí todo era de mármol y tenía techos de doce metros de alto. Yo llamaba a mi arquitecto para decirle que hiciera los techos de mi casa así y él me respondía si yo estaba enfermo de la cabeza.
JERO: ¿Y cómo va la construcción de tu casa?
JUAN: Para variar demorándose más de lo necesario. Y evidentemente ya perdí el norte. Al principio iba a ser una cosa más sencilla y ya sabes lo que pasó.
JERO: ¿Qué haces hoy?
JUAN: Estaba en la peluquería, tengo el lanzamiento de los zapatos de la Angélica Castro, después viene el chino, que no es chino, y que me hace acupuntura. De ahí tengo un almuerzo de pega, a las tres y media el facial de los viernes y a las cinco una reunión de la marca que estoy haciendo. Ahora estoy viendo en Instagram a un amigo que acaba de cumplir 40 años. Creo que verse así, con hijos a esa edad, es la demostración de que los héteros la cagaron y los gays lo hacemos mejor.
JERO: ¿Cuál es tu próximo viaje?
JUAN: Nos vamos a Macchu Pichu y al Salar en Bolivia. Traté de cancelarlo para estar en Santiago, porque no quiero salir a ninguna otra parte, pero no pude.
JERO: ¿Te gusta vivir en Santiago, pudiendo vivir en tantas partes del mundo?
JUAN: Me encanta vivir en Chile. Aquí crecí. Aquí están mis hermanas y estás tú. Lo primero que hago en las mañanas es escribirte “Hola” o enojarme contigo porque no me escribiste “Hola” si te despertaste antes que yo. Nueva York y Londres también me encantan, pero si viviera ahí quebraría en cuatro meses.
JERO: ¿Qué te da miedo?
JUAN: Engordar. En verdad no sé. Soy bien cobarde, me dan miedo los perros. No me gusta nada que me saque de mi zona de confort.
JERO: ¿Y ser pobre?
JUAN: Si, me da pánico. Cuando yo era chico, mi papá le dejó de dar plata a mi mamá para conseguir que yo me fuera a vivir con él. Nunca fuimos pobres-pobres, pero sé lo que es no tener para comer.
JERO: Si trabajaras en un restorán, ¿te gustaría ser el chef, el mozo, el barman o el de la caja?
JUAN: El mesero porque así le puedo escupir en la comida a la gente si me cae mal.
JERO: ¿No extrañas tener 20 cuando carreteábamos de lunes a domingo?
JUAN: Carreteábamos de lunes a lunes, pero ya no doy. Cuando alguien me pide comamos a las ocho y media, encuentro que ya es tardísimo. Me acuesto súper temprano. Ahora a mis 35, me siento mucho más seguro que cuando era flaco y tenía 20. Estoy bien parado, me creo el cuento, sé lo que valgo. No me entran los pantalones, pero no volvería ni muerto a los locos veinte.
JERO: ¿Si le pudieras dar un consejo a ese “Juanito” Yarur de los 20, que le dirías?
JUAN: Que se saque harta foto porque se ve bien. Le diría que no puede estar más flaco de lo que ya está. Oye per estamos hablando todo el rato de lo flaco que era y de lo guatón que estoy ahora. ¿Cambiemos el tema?
JERO: ¿Te acuerdas cuando bailabas pole dance? ¿Podrías todavía?
JUAN: Llegué a darme vueltas y agarrarme las patas, tengo esas fotos en mis favoritos. Antes hacía el “Cristo” y ahora me caería como saco de papas.
Juan Yarur usa chaqueta de Saint Laurent.
JERO: Después de todo lo que pasó con tu portada famosa, de tu cumpleaños que básicamente saliste del clóset con todo el país, ¿volverías a hacer esa portada para lanzarte al estrellato?
JUAN: Me han preguntado eso tantas veces. Sí, lo volvería a hacer, solo que usaría joyas más grandes. A esa portada le debo la tribuna hoy para decir lo que pienso. Igual le dan color, no hay vez que no me pregunten por eso.
JERO: Me mata que estés tan orgulloso de ti mismo. ¿Por qué decidiste ser papá ahora?
JUAN: Quiero tener mi propia familia.
JERO: ¿Te preocupa que discriminen a tus hijos por tener dos papás?
JUAN: Me da pánico, hay veces que no he podido dormir pensando en eso. Pero la verdad es que no sé cómo va a ser para ellos. Por ejemplo, a mí me hicieron concha en el colegio y fui miserable, pero Felipe que lo pasó chancho en el suyo.
JERO: ¿Crees que ese bullying que te hicieron te marcó?
JUAN: Obvio que sí. Tengo 17 años de terapia encima y ahora recién puedo pasar por un colegio sin sentir angustia.
JERO: ¿Cómo te gustaría que te vieran tus hijos?
JUAN: Tú sabes que tengo dislexia y que escribo pésimo, así que estoy en clases para comunicarme mejor. Soy flojo y detesto ir al gimnasio, entonces estoy haciendo como ejercicios para tener fuerza en los brazos y sostener a mis hijos. Quiero que ellos sean felices y que sepan que trabajar es importante, porque no creo que les quede mucho de mi fortuna.
JERO: Tú estás trabajando ahora. Cuéntanos más de tu nuevo proyecto, Adríatico.
JUAN: El proyecto se llama así como un homenaje a Adriana, mi mamá. Son objetos de casa, diseños de autor, pero a precios bajos.¿Por qué no hacer que todo el mundo pueda tener cosas lindas? La idea no es ganar plata con esto, es hacer más conocido el diseño chileno.
JERO: ¿Donarías tu colección de arte a un museo?
JUAN: Hay obras que no donaría porque me gustaría que tuvieran por su propia historia. Y por otro lado a mis 35 ya estoy donando cosas a museos. A los artistas les digo que no les voy a comprar absolutamente nada para que quede en una bodega, les compro la obra y las dono de inmediato a un museo.
JERO: ¿Cuántas veces has hecho dieta en tu vida?
JUAN: Siempre estoy en alguna dieta. He hecho más dietas que vidas.
JERO: Te adoro.
JUAN: ¿Esto terminó entonces, eso era toda la entrevista?
JERO: Yo creo que sí, hablamos de gordura, amor y trabajo.
JUAN: Ya pero antes yo tengo una pregunta para ti, ¿fue difícil entrevistarme sabiendo todo de mi vida? ¿Sabiendo incluso que podrías responder mejor que yo?
JERO: Mira, sabía todas las respuestas pero igual me sorprendes siempre.